Un cielo de escombros

Cada día caen toneladas de escombros sobre la Tierra. La mayoría son de origen natural: partículas de polvo y rocas procedentes de asteroides, cometas o incluso de planetas. Pero con más frecuencia se suman restos de objetos artificiales, como satélites y cohetes. Una constante lluvia de basura, consecuencia de un cielo cada vez más superpoblado. Piénsalo antes de pedir un deseo a una estrella fugaz. 


Vigilando los cielos

Buena parte del polvo que llega a la atmósfera proviene de asteroides y cometas. Gracias al IAA-CSIC, conocemos mejor el tamaño, la estructura y la dinámica de estas partículas. Con el proyecto SMART y una red de cámaras en observatorios como OSN (Granada) y CAHA (Almería), monitorizamos diariamente la caída de bólidos y meteoros. Además, el laboratorio SPARKSLAB (IAA-CSIC) estudia cómo la reentrada de basura espacial está afectando a la delicada química de nuestra atmósfera.

A GOLPe DE BIT- RNE. El proyecto Smart del Instituto Astrofísico de Andalucía

A primeros de septiembre una bola incandescente cruzó parte del Sur de nuestro país a casi 100.000 kilómetros por hora. La espectacular imagen se pudo recoger gracias a cinco cámaras puestas en el observatorio de Calar Alto de Almería, dentro del proyecto Smart,  desarrollado por el IAA, el Instituto de Astrofísica de Andalucía. Nos lo explica su director, Antxón Alberdi, quien destaca el fenómeno de los meteoroides. Alberdi nos cuenta otros proyectos destacados desarrollados por el IAA, como el proyecto Cármenes, que busca planetas fuera de nuestro sistema solar.

Lluvia de meteoros sobre San Pedro de Atacama en Chile. 

CRÉDITO ESO/P. Horalek

Un cielo de escombros

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