Un anillo para unirlos a todos

La sorpresa llegó hace unos años: Saturno y los demás gigantes gaseosos ya no eran los únicos objetos con anillos en el Sistema Solar. El primero fue Cariclo, un asteroide de apenas 250 km; después, Haumea, un planeta enano más allá de Neptuno. Hoy sabemos que los anillos son más comunes de lo que pensábamos, pero ¿cómo se originan y logran mantenerse en cuerpos tan pequeños y dinámicos? El Sistema Solar sigue desafiándonos.

Planetas enanos y anillos ocultos

Estudiar planetas enanos o asteroides no es fácil, ya que son objetos distantes y oscuros. El IAA-CSIC ha sido pionero en una revolucionaria técnica que aprovecha la ocultación de una estrella por estos cuerpos, y que requiere de observatorios profesionales y amateurs. Con este y otros métodos, estudiamos con detalle la estructura, composición y dinámica de estos fascinantes objetos que nos hablan del origen del Sistema Solar. 

Recreación artística del sistema de anillos alrededor del asteroide Cariclo.

CRÉDITO ESO/L. Calçada/M. Kornmesser/Nick Risinger (skysurvey.org)

Un anillo para unirlos a todos

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